En internet podéis encontrar multitud de empresas que ofrecen cabañas de madera a unos precios muy bajos.
Tenemos que tener en cuenta que este tipo de “construcciones”, por llamarlas de alguna forma, son prefabricadas o montadas.
La geografía y el clima de la zona donde queremos vivir es fundamental a la hora de diseñar una vivienda. Ya que influye en el aislamiento a utilizar. Elemento fundamental para garantizar unas condiciones de habitabilidad mínimas.
Además el Código Técnico de La Edificación, a día de hoy, nos obliga a los arquitectos a garantizar una eficiencia energética muy alta a las edificaciones, es decir, que el consumo energético de la vivienda, tanto en verano como en invierno, sea mínimo.
Volviendo a las cabañas de madera, comprobando sus características constructivas, dejan mucho que desear en el aspecto energético. Los espesores de las fachadas y cubiertas son ridículos. Además de que, en la mayoría de los casos, la madera utilizada en su construcción no se encuentra tratada debidamente frente a la humedad y/o agentes externos.
Resumiendo, que no os engañen. Lo barato sale caro.